miércoles, 30 de julio de 2014

De vuelta por aqui y por Barcelona

Hacia siglos que no actualizaba, pero como alguien me ha llamado la atención al respecto, he prometido que hoy, sin falta actualizo.

Y ya de paso, dejo unas entradas programadas, porque, aunque desde el Sábado estoy oficialmente de vacaciones, mañana me voy de viaje a Botswana!!!.

A. tenía muchas ganas de ver animalitos y al final nos hemos montado un viaje tremendo que ya os contaré a la vuelta, pero hoy empiezo por los preparativos: las vacunas.

Fuimos a vacunarnos a Barcelona y aprovechamos para ver a M., a I. y a su familia y para turistear. Tanto tiempo sin conocer Barcelona y en pocos meses dos visitas!

Por supuesto, visitamos los monumentos y edificios típicos y los no tan típicos pero igual de bonitos:




Vimos la ciudad desde las alturas:



Visitamos mercados, mercadillos y rastros de todo tipo:



Nos acercamos al mar, aunque sigo con la impresión de que esta ciudad no le hace mucho caso al mar:



Descubrimos cosas nuevas, como los parasoles hechos con libros o el gato de Botero.



Y vimos arte callejero, tiendas y bares de lo más original:



Lo pasamos fenomenal y, aunque ahora mismo sólo podamos pensar en África, estamos deseando volver.





miércoles, 2 de julio de 2014

La dos caras de la moneda

Mi afrancesamiento va en aumento, ya me he dado hasta a los anisados, en concreto a este coctel "edición especial" para el mundial. Esa misma tarde nos eliminaron (aunque eso, para mi, no es exactamente una cruz)


Compramos unos pulpitos riquísimos, aunque aún tenemos que perfeccionar la receta, o, simplemente, hacerlos a la gallega, aunque A. quiera recetas más sofisticadas. Por cierto, nos dijeron que son un tipo de pulpo así de pequeño, que no son "pezqueñines", pero no me quedé convencida, ¿sabéis algo del tema?, no quiero volver a comprarlos si no son sostenibles.


Pero también compré este chocolate a la lavanda...un fracaso total, sabe como el chocolate con leche nestle que tan poco me gusta, no hay ni rastro del sabor a lavanda y me lo vendieron a precio de oro...no todo puede salir bien.

Salimos por la noche y acabamos en un bar con una decoración que me recordaba a mi erasmus y a todos los buenos amigos que conservo de Bruselas. Aunque parezca mentira, estas cosas aun me dan subidón.


Pero bailando me rompí mis sandalias preferidas. Al llegar a casa las tuve que jubilar para siempre...domage.