miércoles, 7 de octubre de 2015

Etiopía II

No tenía muy claro cómo estructurar mis posts sobre Etiopía, pero como hicimos muchas idas y venidas haciendo escalas en Addis Abeba, considero que un relato cronológico a lo mejor es un poco lioso, así que he decidido hablaros un poco de cada uno de los sitios que hemos visitado.


ADDIS ABEBA

La verdad es que no me entusiasmó mucho. El primer día lo pasé fatal. El vuelo con Ethiopian Airlines fue horrible, nocturno, pero no dormimos nada porque al poco de salir hacía una parada técnica en Roma, no apagaban las luces y las azafatas hacían mucho ruido, así que estaba reventada y cuando salimos a pasear me encontré  una ciudad de algo mas de tres millones de personas, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, sucia, muy húmeda (al menos en la época de lluvias), llena de cuestas y muy muy contaminada, !!! apenas podía respirar!!!

Sin embargo a A. le gustó y yo aprendí a soportarla.

La mejor vista de Addis.

Principalmente nos dedicamos a pasear, pero tambiénhicimos alguna de las cosas que "hay que hacer", como visitar Piazza, acercarnos a ver el edificio del Parlamento, el Palacio de Haile Selassie o la Catedral.


También fuimos a Merkato, que es el mayor mercado de África y está compuesto por calles y calles con tiendas y puestos de todo tamaño y categoría, todos ordenados por zonas (zona de material de construcción, de ropa, de reciclaje, de repuestos de coches, etc...).

Nos habían prevenido sobre los ladronzuelos de Addis: en teoría todo el mundo intenta meterte la mano en el bolsillo, sobre todo en el transporte público y en Merkato, pero he de decir que sólo se nos acercaron dos niños con intenciones más que turbias, el resto del tiempo estuvimos tranquilos. Eso si, no sacamos la cámara mas que un día, no cogimos el transporte público (básicamente porque sin hablar ni leer amharic era imposible enterarse de a dónde iba cada bus) y a Merkato fuimos acompañados por el guía con el que visitamos el sur (ya os hablaré de él) con el que nos entendimos magnificamente y se ofreció a acompañarnos gratuitamente para que no nos acosaran los caza-turistas y pickpockets.

También visitamos el Museo Nacional, donde está el esqueleto de Lucy, importantísimo para los paleontólogos porque probó que la evolución no fue lineal, si no que distintos homínidos coexistieron.

Esta es Lucy.

En el museo también se pueden ver coronas y ropas ceremoniales
Por último, visitamos el "zoo" de Addis, que básicamente son cuatro jaulas minúsculas donde puedes ver monos de gelada, algún antílope y leones abisinios. Fuimos básicamente a ver los leones, que son los descendientes de los que Haile Selassie tenía como mascota y probablemente los únicos ejemplares que quedan. La verdad es que ni tenemos fotos porque se nos rompía el corazón ver a los pobres animales en esos cuchitriles. Después del viaje a Botswana el año pasado y de verlos en libertad fue bastante triste. 


BAHIR DAR

Fuimos en avión, porque los vuelos internos nos salían bien de precio al haber volado con Ethiopian Airlines

Bahir Dar es una ciudad muy agradable, no tan grande como Addis, menos contaminada y "costera". Vale, Etiopía no tiene mar, así que no puede ser costera, pero está a la orilla del Lago Tana, que es enorme, además de la fuente de nacimiento del Nilo Azul, y a veces da la impresión de ser un mar (pero de color pardo, nada de azul).

La Ciudad en si no tiene nada que ver, pero desde ella se pueden hacer varias excursiones chulas. La primera es una excursión en barco para visitar algunas de las más de 20 iglesias-monasterios que salpican las orillas e islas del lago. El problema es que algunos de los más interesantes, como Daga Istafanos, donde se conservan las momias de varios emperadores o Tana Kirkos, donde se supone que el Arca de la Alianza fue custodiada durante las guerras que asolaron el norte del país, están tan lejos que hay que emplear un día de navegación para llegar. Además, en algunas Iglesias las mujeres no pueden entrar por pertenecer a monasterios, así que decidimos hacer la excursión estandar de un día (en realidad menos) y visitar sólo los mas cercanos.

Las barcas tradicionales están hechas de papiros.
IMPORTANTE: Para contratar la excursión hay que tener ojo, porque hay un montón de "guias" que literalmente te acosan para venderte la excursión carísima y, sin embargo, es muy fácil montarla por tu cuenta. A nosotros nos recogía un coche del hotel en el aeropuerto y ya allí se nos pegó uno que vino con nosotros en el coche hablándonos de su empresa pero sin decirnos el precio (preguntamos 20 veces), después de dejar las mochilas nos hizo sentarnos con él y cuando finalmente nos dijo el precio sencillamente le dijimos que nos lo pensaríamos y ya le llamaríamos. Pero como sabía que eso significaba "no, ya nos buscamos la vida" se vino hasta el centro de la ciudad con nosotros (si, si, se coló en nuestro moto-taxi), pasó por el embarcadero y les dijo a los barqueros que nos hincharan el precio!!!.

Afortunadamente encontramos a unos misioneros italianos que estaban acompañados por un sacerdote etíope y nos unimos a su grupo (a pesar de los intentos de los barqueros por evitarlo, ya que sabían que al etíope no podían engañarle con el precio) Fue una suerte, porque nos ahorramos largos regateos y además eran majísimos.

Normalmente en el embarcadero los precios están escritos en grandes carteles y te dicen que son precios oficiales, pero no hay nada que pruebe que lo son y, además, como todo está escrito en amharic, incluso si lo fuesen, no puedes saber si son precios por persona o por barca, así que no hagáis mucho caso y regatead.

Visitamos el nacimiento del Nilo, vimos algún hipopótamo y muchos pájaros. Luego fuimos a Debre Mariam, en el que no entramos porque las entradas a los monasterios hay que pagarlas aparte y este no era muy interesante. También vimos Entos Eyesu, la iglesia es moderna y no es nada interesante, pero me gustó ver a los monjes y monjas juntos y atisbar algunas cosas de su vida cotidiana, como verlos usar un telar. 

Pero sin duda el más bonito fue Ura Kidane Meret


La iglesia, del s. XXVI, tiene la forma circular típica de las iglesias de la zona, que cuentan con tres estancias: un corredor exterior, la nave circular y, en el centro, el Holy, la zona sagrada donde se guarda una copia del Arca de la Alianza y a la que sólo el sacerdote puede acceder.

Por cierto, no todo el mundo intenta exprimir a los turistas, aquí encontramos un estudiante universitario del pueblo que había vuelto por las vacaciones y se ofreció a hacernos una visita comentada gratis. Nos dió muchas explicaciones super completas y lo de gratis iba en serio, al final intenté darle una propina (no tengo problema con los guías, aunque sean amateurs si son agradables y respetuosos) y no me la aceptó pese a que insistí. Me dijo que lo hacía por el orgullo de compartir el patrimonio de su pueblo.

esta soy yo dejando el corredor exterior y entrando en la iglesia.
Lo verdaderamente interesante de la mayoría de las iglesias etíopes no es la arquitectura, sino las pinturas que adornan el interior. Frescos que cuentan historias bíblicas o vidas de Santos. Y en esta iglesia son espectaculares.

Las puertas que encierran la copia del Arca de la Alianza en Ura Kidane Meret, bien custodiadas.
A mi personalmente me encanta el estilo un poco naïf de estas pinturas, aunque supongo que para gustos colores, es verdad que son frescos que sólo tienen unos 250 años y muchos han tenido que ser restaurados. Las pinturas del Greco son más realistas y mas antiguas, pero las cosas como son, a mi me gustan más estas.

Además la entrada siempre da derecho a visitar museos que guardan los tesoros del monasterio. Mas que museos son cabañitas sin iluminación que albergan libros en pergamino de hace varios siglos, coronas y objetos antiguos en plata, ropa o tambores ceremoniales. Cuando entras ahí te suele sorprender que guarden objetos valiosos en construcciones aparentemente tan precarias y piensas que se pueden mojar, o quemar. Pero realmente suelen ser cabañas "fortificadas", con muros gruesos a prueba de goteras e incendios, y, como siempre, el mayor peligro son los ladrones.

La otra excursión que hicimos desde Bahir Dar fue a las cataratas del Nilo. Al parecer, desde que hicieron una presa para producir energía eléctrica la excursión es una lotería, porque las cataratas han perdido bastante agua y hay veces que pueden estar casi secas, pero como era la temporada de lluvias nos arriesgamos y la verdad es que mereció la pena.

Para ir cogimos un autobus local a Tis Abay. Son baratísimos y salen muy a menudo (pero sin horarios, cada vez que se llena el bus). Evidentemente no son cómodos, y como las carreteras son un barrizal se tarda mucho en hacer recorridos muy cortos, pero me parece una oportunidad estupenda para conocer de verdad el país, tanto por la ventanilla como hablando con los otros pasajeros. Todo el mundo te va a dar conversación, y, aunque sea mediante gestos y un inglés muy rudimentario, acabas entendiéndote.

Fuimos con Luftansa.
Una vez en Tis Abay, se compra el ticket y vas andando a las cataratas. 

IMPORTANTE: de nuevo, hay que tener en cuidado con los aprovechados que se te pegan, te acompañan a las cataratas y luego te piden dinero. Aquí tuvimos nuestra peor experiencia al respecto. Un chaval se nos pegó y cuando le dijimos que no necesitábamos guía nos contestó que no era guía, sólo un estudiante. Eso no significa que no te vaya a pedir dinero, sólo que da por sentado que sabes que su precio es menos que el de un guía oficial. Le dijimos abiertamente: "mira, no te vamos a pagar nada y preferimos ver el paisaje solos y tranquilos". Bueno, pues ni por esas nos dejaba solos. Pero es más. llegó un momento en el que nos corrigió el camino. Nos quedamos un poco sorprendidos, porque aunque no hay señales de ningún tipo, habíamos visto un mapa y nos dio la sensación de que había que ir en la dirección contraria, pero él insistió en que estábamos equivocados, así que nos fiamos de él...y al cabo de un rato caí en la cuenta !!!!nos estaba perdiendo a propósito para luego mostrarnos el camino y cobrarnos!!!!.

En efecto, esa era su estrategia. Me cabreé muchísimo y, aunque hasta el momento era A. el que estaba harto de él y yo la que rebajaba la tensión, ahí cambiaron las tornas. Le dije que sabía lo que estaba haciendo y el capullo confirmó mis sospechas al pedirnos un dineral por enseñarnos el verdadero camino. Simplemente saqué el móvil, le hice una foto y le dije que yo ya pasaba de ver las cataratas, que me volvía al pueblo a denunciarlo a la policía. 

Evidentemente el chaval nos volvió a llevar al camino bueno (de que nos había sacado a propósito) y aún así tuvo la cara dura de decirnos que si estábamos contentos le diésemos algo de dinero. Por favor, si queréis un guía contratadlo, pero llevad cuidado con este tipo de gente y no entréis en su juego, es injusto y sólo conseguiréis que acosen mas a los próximos turistas. Y si teneis problemas, usad el truco de la policía. En realidad jamás involucraría a la "eficiente y respetuosa policía de una democracia africana" en un problema salvo que sea realmente grave, pero como amenaza funciona.

No sé por qué le llaman Nilo Azul
Esta mala experiencia y  los niños mendigos que os vais a encontrar todo el camino fastidiaron un poco la experiencia, pero aún así, intentamos relajarnos y disfrutar del paisaje que merecia la pena.

Además, hay que cruzar un puente muy chulo construido por los portugueses a principios del s. XVII.


Y otro, moderno y colgante, que también es muy fotogénico pero a mi me dio mucho miedo.

Este pequeñín me dio la mano cuando me vio asustada, la verdad es que si no es por él lo mismo aún sigo allí.
 Las cataratas no son las Victoria, ni el Salto Ángel. pero ¿a quién no le gusta un salto de agua?.


La última noche en Bahir Dar fue terrible. nos pusimos malísimos, pasamos toda la noche vomitando y eso marcó el inicio de nuestro rechazo frontal a la gastronomía etíope. Sobre todo porque a la mañana siguiente teníamos que meternos en un minibus a Gondar, siguiente parada de nuestro viaje y hubo un momento en el que temí no poder hacerlo.

Afortunadamente conseguimos asiento en la parte de delante de la furgoneta y la carretera era una de las pocas de Etiopía que está bien asfaltada, así que el viaje fue duro pero soportable. !Ni siquiera tuvimos que hacerles parar para...aliviarnos...en alguna cuneta!.

GONDAR.

Esta ciudad fue fundada por el Emperador Fasilides como capital del Imperio en el s. XVII y, por tanto, la principal atracción es el recinto donde encontramos varios palacios de los Emperadores.

Pero antes quiero hablaros de nuestro hotel: Lodge du Chateau, porque fue el hotel que más me ha gustado de nuestro viaje. Hemos estado en hoteles mas lujosos, pero en este nos sentimos super bien cuidados. Y es que el personal era muy atento pero sin caer en el servilismo que te hace sentir incómodo y que es relativamente frecuente en Etiopía o en otros países pobres. Cuando llegamos a mí ni me sujetaban las piernas gracias a mi magnífica gastroenteritis y nos prepararon un té de jengibre que me sentó genial. Luego nos trajeron unas mazorcas asadas, todo gratis, además, y la verdad es que acabé pensando que me habían curado milagrosamente.

También es super recomendable porque las habitaciones dan a un patio muy agradable y el desayuno se sirve en una terraza con unas vistas fantásticas.

Además, colaboran con una ONG local y se pueden comprar cupones de comida para dar a los niños de la calle. El hecho de que haya niños mendigos es algo que a los turistas nos suele partir el corazón, pero darles dinero supone un problema: ¿estas ayudando? ¿o estás fomentando que en lugar de ir al cole se dediquen a acosar a los turistas? ¿no es una forma de hacer que los padres vean a los niños como una fuente de ingresos?. Nosotros decidimos no dar limosna (ni comprarles cuadernos, sólo es un truco para devolverlo y quedarse con el dinero) a nadie, y mucho menos a los niños, y hacer una donación a alguna ONG. Pero aquí compré unos cupones...y me volvieron las dudas. Con cada carnet contribuyes con 10 USD al trabajo general de la ONG pero además el niño al que se lo entregues tiene derecho a una barra de pan durante 10 días. ¿Cuál es el problema?. Primero que yo no conozco a las familias y no puedo evaluar cuales están más necesitadas y, segundo que no es dinero, pero puede tener el mismo efecto. Así que al final pedí a uno de los trabajadores del hotel que los repartiese a niños que conociese y cuyas familias tuviesen problemas y optamos por no volver a comprar cupones sino dar el donativo directamente a la ONG.

Volviendo al tema de las visitas, lo primero que vimos en Gondar fue el recinto real. 

Hicimos una ruta con un guía oficial que apenas balbuceaba inglés. Ese es uno de los problemas que tiene Etiopía desde el punto de vista turístico, son muy pobres y quieren ordeñar al turista al máximo, así que cobran entrada a todos los sitios (aunque sean muy poco interesantes) y ofrecen servicios que, aunque sean baratos, son de calidad ínfima. El caso de los guías es paradigmático. A veces tienes suerte, pero generalmente sólo chapurrean ingles y se saben el discurso de memoria, así que si haces una pregunta no te saben responder.

Castillo de Fasilides, el primero en construirse.
Aun así,  me gustó la visita y los palacios, aunque A. rompió un poco el romanticismo cuando me dijo "tienes que ser consciente de que son del s. XVII, en Europa se estaba construyendo Versalles". Es cierto, que cuando ves los muros pesados y las construcciones tan robustas cualquiera diría que son más antiguos, pero tienen su encanto, ¿no creéis?

este es el de Mentewab, uno de los últimos construidos

De algunos queda poco y otros fueron usados como cuartel por los italianos durante la guerra y los dejaron finos. finos...
Pero lo que más me gustó de Gondar no fueron los palacios, si no la iglesia Debre Birhan Selassie.



Puede que fuese porque me fascina el ambiente que rodea a las iglesias allí, que pueden ser bulliciosas y alegres pero también sitios tremendamente místicos.

Los niños, las mujeres que están menstruando y los que mantuvieron relaciones sexuales la noche anterior se quedan rezando , escuchando al pope y hablando en el exterior
Y el resto reza y lee las Escrituras dentro.
Aunque también puede que fuese por las preciosas pinturas del interior. Sobre todo las del techo, que son las más representativas de los murales religiosos de Etiopía.

los ángeles de Debre Birhan Selassie.


la siguiente parada fue Lalibella, el lugar más conocido de Etiopía. Pero como me ha salido una entrada larguísima eso lo dejo para la próxima!!








2 comentarios:

Ursulinska dijo...

El acoso a los turistas a mí me pone muy nerviosa porque no sé como reaccionar antes eso...en Vietnam nos pasó en Sapa y fue horrible...y el tema de los niños es también complicado y comparto totalmente lo que has dicho, yo creo que es mejor no fomentar la mendicidad pero apoyar y apoyar directamente a las comunidades locales...aún así es muy difícil encontrar el punto medio :((

Muy interesantes tus entradas Helen ;))

Irene dijo...

A mi me gustan, me da igual que A. lo compare con Versalles... Es bonito.

Del acoso al turista y los niños te hablé en otro post. Y lo de los que se te enganchan para sacarte dinero, es desquiciante, y haces bien en plantarte, como decía una amiga, acabas cansándote de ser un dolar con patas...